miércoles, 27 de febrero de 2019

CAMPAÑA CONTRA LOS ATROPELLOS


Advertimos que este artículo puede herir la sensibilidad de las personas que no carecen de ella.

CARTA DE UNA GATITA DESDE LA ETERNIDAD

Querido ángel:
No sufras por mí, ahora estoy en el paraíso con otros que como yo, han traspasado el umbral.
Recuerdo cuando me viste aquella noche debajo de un coche, supiste que debías aparcar el tuyo y acercarte a mí. Lo que temías, no empañé tu móvil porque ya no respiraba y entonces dijiste “qué vida asquerosa”.
Te quedaste a mi lado, triste e impotente, esperando quizás que alguien se detuviese para compartir tu dolor, pero nadie lo hizo. Y es que los gatos no somos importantes para muchas personas, somos sólo eso, gatos, invisibles para la mayoría, sólo hablamos con la gente que tiene mucha imaginación.
No me conocías mucho, pero para ti sí era importante. Cuando el hombre que nos cuidaba dejó de ponernos comida al pie de unos contenedores en el centro del pueblo, bajé a buscarte porque entre los gatos se comentaba que dabas bien de comer.
Y era cierto, cuando te encontraba siempre venías hacia mí con una sonrisa y una latita apetitosa. Yo comía sin parar mientras tú me acariciabas el lomo y me decías lo bonita que era.
Pero no sufras, ahora estoy en el paraíso, aquí no hay coches que van como locos como el que me atropelló, ni venenos que hacen retorcerse de dolor, ni jaulas que secuestran para matar. Aquí sólo estamos nosotros con nuestros buenos recuerdos, felices y tranquilos hasta el fin de los tiempos.
Gracias, ángel, por haberme querido y sé que cuidarás de mis pequeños y de todos los gatos abandonados que encuentres en tu camino.
Hasta siempre.

- La cruda realidad es que los atropellos se han convertido en primera causa de muerte en nuestras colonias callejeras.
- En el año 2018 entre un 10% y un 20% de los gatos callejeros de Alcossebre y un número importante de gatos caseros con vida semilibre murieron reventados en el asfalto por conductores irresponsables, negligentes y asesinos que huyeron sin prestarles auxilio.
- Estamos convencidos de que prácticamente cualquier persona que viva en el pueblo de Alcossebre o turista que pasee asiduamente por sus calles se ha topado alguna vez con este horrible espectáculo. Esto sí hiere realmente la sensibilidad de los que nacieron con ese precioso don.